Una de las personas afectadas, que se encontraba en un comercio, recibió mensajes aparentemente de su mecánico, solicitándole dinero para la compra de repuestos y mano de obra. La víctima realizó varias transferencias desde su cuenta por un total de $178.000. Después de enviar el dinero, se percató de la estafa cuando el verdadero mecánico le informó que su cuenta de WhatsApp había sido hackeada.

En otro incidente, un hombre recibió mensajes similares a través de WhatsApp de un colega. El estafador le pidió que transfiriera $35.000 para pagar un repuesto. La víctima realizó una transferencia de $26.000 desde su cuenta del banco al mismo alias que en el caso anterior. Más tarde, su compañero se presentó en su domicilio para advertirle que no transfiriera dinero, ya que su cuenta había sido hackeada.